Uno de los personajes más desconocidos en la industria del automóvil es Henry Martin Leland, creador de dos de los vehículos más famosos por sus lujos y prestancias: Cadillac y Lincoln.

 

Pero así como para el público en general Cadillac y Lincoln son sinónimos de alta calidad, para los expertos del ramo Leland es un titán por sus rigurosos métodos de fabricación de automóviles que contribuyeron de manera decisiva al desarrollo de la industria. A él se debe también la introducción del motor V8.

 

Se le atribuye el concepto de partes intercambiables para diferentes modelos de una misma marca, que sirvió de base para los actuales talleres independientes de reparación de autos, y fue a la vez promotor de jóvenes talentos de ingeniería que luego dejaron su huella indeleble en muchos carros y adelantos tecnológicos, como Charles Kettering, creador del arranque automático y del motor enfriado por aire.

 

Leland nació el 16 de febrero en Danville, Vermont, y falleció el 26 de marzo de 1932 en la ciudad de Detroit tras haber fabricado numerosos modelos, y sin que ninguno de ellos llevara su nombre, aunque existió uno con su apellido que según las anécdotas él mandó a quitar cuando le pareció muy aburrido y de poco abolengo.

 

En 1890 tras haber trabajando muchos años en una armería de Springfield, Massachussets, y luego en un taller que construía diversos equipos de producción, entre ellos máquinas de hilar, de cuya división era el jefe, Leland se mudó para la ciudad de Detroit donde en poco tiempo fundó la empresa "Leland & Faulconer Manufacturing Company" para fabricar motores para automóviles.

 

En 1903 creó su primer automóvil al cual nombró "Cadillac", en honor al explorador francés del mismo nombre que había fundado el fuerte de lo que después fue la ciudad de Detroit. Ese primer Cadillac, el modelo A, fue un éxito rotundo y estuvo en producción por varios años.

 

Antes de eso, en 1902, Leland fue el hombre de confianza de varios inversionistas que lo llevaron a la compañía "Henry Ford Motor Company". Su presencia fue un factor determinante para que Ford abandonara la empresa por el precio de 900 dólares y el derecho a su nombre, por lo cual Leland la renombró "Cadillac".

 

De acuerdo a la Enciclopedia Británica, Leland era un hombre tan meticuloso en su sistema de producción que en 1908 el distribuidor de Cadillac en Inglaterra desarmó totalmente tres de esos modelos ante los miembros del "Royal Automobile Club" y los volvió a armar tomando piezas de cualquiera de ellos. Los tres vehículos a continuación fueron sometidos a un recorrido de 500 millas, sin que ninguno denotara síntomas de debilidad por haber sido reensamblados con partes que no eran sus originales.

 

En 1917 abandonó General Motors y a William C. Durant para fundar "Lincoln Motor Company" que debido a la llegada de la Primera Guerra Mundial se puso al servicio bélico en la fabricación de motores "Liberty" para aviones de combate, Cuando la conflagración terminó, Leland comenzó a fabricar el automóvil de lujo Lincoln.

 

Pero esta vez Leland no tuvo tanta suerte. Tras la guerra sobrevino un período de depresión económica y su compañía encontró numerosos problemas financieros que la hicieron débil ante compras hostiles, como la que realizó Henry Ford, en lo que tal vez comenzó como un acto de venganza contra la actitud de Leland veinte años, en 1902. Venganza o no, la división Lincoln, después renombrada Lincoln-Mercury fue una de las inversiones más fructíferas de Ford, y símbolo de sus carros de lujo.

 

A Leland se le atribuye la frase de que jamás tuvo el dinero suficiente para comprar un Cadillac o un Lincoln.

 

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